🐘🐜 La verdad de un elefante nunca será la verdad de una hormiga
- Santiago Toledo Ordoñez
- hace 9 horas
- 2 Min. de lectura
Vivimos en un mundo donde todos hablan de “su verdad”, pero pocas veces recordamos que toda verdad está filtrada por la perspectiva desde la que se observa.La frase “la verdad de un elefante nunca será la verdad de una hormiga” lo resume con una claridad tan simple como poderosa:cada quien ve el mundo desde la altura, el tamaño y la experiencia que tiene.
👁️ La mirada no es neutra
La hormiga vive a ras del suelo. Su universo está hecho de granos de arena, de sombras y de caminos minúsculos.Para ella, el elefante no es una criatura completa, sino una montaña que se mueve, un peligro que proyecta una sombra inmensa.En cambio, el elefante ve un mundo amplio, lleno de horizontes, árboles y distancias que la hormiga jamás podría imaginar.
Ambos tienen razón —desde su punto de vista—, pero ninguno posee la verdad completa.Y eso mismo ocurre entre las personas.
Cada uno de nosotros interpreta la realidad según su historia, su nivel de conciencia, sus heridas y sus aprendizajes.Lo que para uno es un obstáculo, para otro puede ser una lección.Lo que para uno es un ataque, para otro es una defensa.Por eso, cuando discutimos quién “tiene la razón”, casi siempre olvidamos que no vemos las cosas como son, sino como somos.
⚖️ El conflicto de las perspectivas
Muchos de los conflictos humanos —en familias, equipos o sociedades— nacen de esta incapacidad de reconocer la perspectiva ajena.El líder ve desde la estrategia; el colaborador, desde la carga del día a día.El joven ve oportunidad; el adulto, riesgo.El ciudadano ve injusticia; el gobernante, complejidad.
Y sin embargo, cada mirada tiene una parte de verdad.Solo cuando se suman las visiones —como piezas de un rompecabezas— aparece una imagen más cercana a la realidad total.
🌍 La verdad es un mosaico, no un punto
El gran error es creer que “mi verdad” invalida la del otro.Cuando lo hacemos, nos volvemos ciegos por orgullo, creyendo que nuestra hormiga o nuestro elefante es el único que existe.Pero la verdad no está en uno u otro extremo: está en la capacidad de integrar ambas miradas.
La sabiduría surge cuando reconocemos que ver más no significa tener razón, sino comprender más profundamente.El elefante puede proteger a la hormiga si entiende su fragilidad.La hormiga puede guiar al elefante si percibe detalles que él ignora.Así funciona también la vida humana: en equilibrio, no en competencia.
💡 Mirar desde otro ángulo
Cada vez que alguien te contradiga, pregúntate:
“¿Será que ve el mundo desde otra altura?”
Esa simple pregunta abre espacio para la empatía, para la curiosidad y para el entendimiento.Porque no se trata de quién tiene la verdad, sino de cuánto podemos aprender al ver desde los ojos del otro.
La frase “la verdad de un elefante nunca será la verdad de una hormiga” nos recuerda algo esencial:la verdad no es propiedad de nadie, sino una construcción compartida entre quienes se atreven a mirar más allá de sí mismos.
Solo cuando el elefante se inclina para ver el suelo y la hormiga levanta la vista hacia el cielo, ambos comprenden que, en el fondo, habitan el mismo mundo.
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